miércoles, 6 de diciembre de 2006

REFLEXIONES

HOLA AMIGOS: Como recordarán hoy es Miércoles de REFLEXIONES, mañana las respuestas a la Trivia de Vocabulario. Y para los que nos visitan por primera vez les digo que para dejar un comentario no importa que no tengan cuenta en google, pueden entrar como Anónimo y adentro lo firman ,recuerden que sus comentarios son los que mantienen vivo este espacio.
Eduardo: muchas gracias por tu material está muy bueno, lo voy a estar incluyendo en este espacio; si tienes más mándalo. Saludos
Comencemos:
CACHORRITOS EN VENTA
El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta con el lema:$$$$ Cachorritos en venta $$$$Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito apareció en la tienda preguntando: "¿Cuál es el precio de los perritos? "El dueño contestó: Entre $30 y $50". El niñito metió la mano en su bolsillo y saco unas monedas: "Solo tengo $2.37... ¿Puedo verlos?". El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió su perra corriendo seguida por cinco perritos. Uno de los perritos estaba quedándose considerablemente atrás. El niñito inmediatamente señaló al perrito rezagado que cojeaba."¿Qué le pasa a ese perrito?", preguntó. El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida. El niñito se emocionó mucho y exclamó:"!Ese es el perrito que yo quiero comprar!". Y el hombre replicó: "No, no vas a comprar ese cachorro, si tu realmente lo quieres, yo te lo regalo".El niño se disgustó, y mirando directo a los ojos del hombre le dijo:"Yo no quiero que usted me lo regale. El vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré el precio completo. De hecho, le voy a dar mis $2.37 ahora y 50 centavos cada mes hasta que lo haya pagado completo". El hombre contestó: " en verdad no querrás comprar ese perrito hijo, el nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos". El niñito se agachó y se levantó la pierna de su pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal. Miró de nuevo al hombre y le dijo: "Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará alguien que lo entienda".El hombre estaba ahora mordiéndose el labio, y sus ojos se llenaron de lágrimas... sonrió y dijó: "Hijo, solo espero y que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tu". "En la vida no importa quien eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, y te acepte y te ame incondicionalmente."
EL DÍA QUE MARÍA JOSÉ NACIÓ
El día que mi María José nació, en verdad no sentí gran alegría porque la decepción que sentía parecía ser más grande que el gran acontecimiento que representa tener un hijo. Yo quería un varón. A los dos días de haber nacido, fui a buscar a mis dos mujeres, una lucía pálida y la otra radiante y dormilona. En pocos meses me dejé cautivar por la sonrisa de María José y por el negro de su mirada fija y penetrante, fue entonces cuando empecé a amarla con locura, su carita, su sonrisa y su mirada no se apartaban ni un instante de mi pensamiento, todo se lo quería comprar, la miraba en cada niño o niña, hacía planes, todo sería para mi María José. -Este relato era contado a menudo por Randolf, el padre de María José: Yo también sentía gran afecto por la niña que era la razón más grande para vivir de Randolf, según decía él mismo. Una tarde estaba mi familia y la de Randolf haciendo un picnic a la orilla de una laguna cerca de casa y la niña entabla una conversación con su papá, todos escuchábamos atentamente- -Papi, cuando cumpla quince años, ¿Cuál Será mi regalo?. -Pero mi amor si apenas tienes diez añitos- ¿No te parece que falta mucho para esa fecha?. -Bueno, papi, tú siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo he visto por aquí- La conversación se extendía y todos participamos de ella. Al caer el sol regresamos a nuestras casas. Una mañana me encontré con Randolf frente al colegio donde estudiaba su hija quien ya tenía catorce años. El hombre se veía muy contento y la sonrisa no se apartaba de su rostro. Con gran orgullo me mostró el registro de calificaciones de María José, eran otras impresionantes, ninguna bajaba de 10 y los estímulos que les habían escrito sus profesores eran realmente conmovedores, felicité al dichoso padre y le invité a un café. María José ocupaba todo el espacio en casa, en la mente y en el corazón de la familia, especialmente el de su padre. Fue un domingo muy temprano cuando nos dirigíamos a misa, cuando María José tropezó con algo, eso creímos todos, y dio un traspié, su papá la detuvo de inmediato para que no cayera. Ya instalados en nuestros asientos, vimos como María José fue cayendo lentamente sobre el banco y casi perdió el conocimiento. La tomé en brazos mientras su padre, buscaba un taxi y la llevamos al hospital. Allí permaneció por diez días y fue entonces cuando le informaron que su hija padecía de una grave enfermedad que afectaba seriamente su corazón, pero no era algo definitivo, que debía practicarle otras pruebas para llegar a un diagnóstico firme. Los días iban transcurriendo, Randolf renunció a su trabajo para dedicarse al cuidado de María José, su madre quería hacerlo pero decidieron que ella trabajaría, pues sus ingresos eran superiores a los de él. Una mañana Randolf se encontraba al lado de su hija cuando ella le preguntó: -¿Voy a morir, no es cierto?, Eso te lo dijeron los médicos ¿verdad? -No mi amor, no vas a morir, Dios que es tan grande, no permitiría que pierda lo que más he amado en el mundo respondió el padre. -¿Van a algún lugar?. ¿Pueden ver desde lo alto a las personas queridas?. ¿Sabes si pueden volver? -Bueno hija, respondió, en verdad nadie ha regresado de allá a contar algo sobre eso, pero si yo muriera, no te dejaría sola. Estando en el más allá buscaría la manera de comunicarme contigo, en última instancia utilizaría el viento para venir a verte. -¿Al viento? ¿Y como lo harías papi?. -No tengo la menor idea hija, sólo sé que si algún día muero, sentirás que estoy contigo cuando un suave viento roce tu cara y una brisa fresca bese tus mejillas. Ese mismo día por la tarde, llamaron a Randolf, el asunto era grave, su hija estaba muriendo, necesitaban un corazón pues el de ella no resistiría sino unos quince o veinte días más. ¡Un corazón!. ¿De dónde saco un corazón?. Lo vendían en la farmacia acaso, en el supermercado, o en una de esas grandes tiendas que hacen propaganda por radio y televisión. ¡Un corazón!. ¿Dónde?. Ese mismo mes, María José cumpliría sus quince años. Fue el viernes por la tarde cuando consiguieron un donante, las cosas iban a cambiar. El domingo por la tarde, ya María José estaba operada. Todo salió como los médicos lo habían planeado. ¡Éxito total!. Sin embargo, Randolf no había vuelto por el hospital y María José lo extrañaba muchísimo. Su mamá le decía que ya que todo estaba bien y que sería el papá quien trabajaría para sostener la familia, María José permaneció en el hospital por quince días más, los médicos no habían querido dejarla ir hasta que su corazón estuviera firme y fuerte y así lo hicieron. Al llegar a casa todos se sentaron en un enorme sofá y su mamá con los ojos llenos de lágrimas le entregó una carta de su padre. María José, mi gran amor: "Al momento de leer mi carta, debes tener quince años y un corazón fuerte latiendo en tu pecho, esa fue la promesa de los médicos que te operaron. No puedes imaginarte ni remotamente cuánto lamento no estar a tu lado en este instante. Cuando supe que ibas a morir sentí que yo también moriría contigo, y me preguntaba ¿qué podía hacer?... después de tanto pensar y sentir mil cosas dentro de mí, decidí finalmente que la mejor manera de hacer algo por ti era darle respuesta a una pregunta que me hiciste cuando tenias diez años y a la cual no respondí. Decidí hacerte el regalo más hermoso que nadie jamás ha hecho. Te regalo mi vida entera, sin condición alguna para que hagas con ella lo que creas que es mejor, sintiendo muchas cosas bellas y sabiendo que en el mundo lo más importante es que quieras vivir, ¡Vive hija!. ¡¡¡¡Te amo!!!!... También quiero que sepas que hoy, mañana y siempre estaré a tu lado, siempre. Te Amo y siempre Te Amaré, porque eres lo más grande y hermoso que Dios me ha dado... siempre estaré contigo, siempre TE AMARÉ...María José lloró todo el día y toda la noche. Al día siguiente, fue al cementerio y se sentó sobre la tumba de su papá, lloró como nadie lo ha hecho y susurro: -Papi ahora puedo comprender cuánto me amabas, yo también te amo aunque nunca te lo dije. Por eso también comprendo la importancia de decir "TE AMO". Y te pido perdón por haber guardado silencio"... En ese instante las copas de los árboles se movieron levemente y cayeron algunas flores, Sintió María José que un suave viento rozó su cara y una brisa fresca besó sus mejillas. Alzó la mirada al cielo sintiendo una paz inmensa y dio gracias a Dios por eso. Se levantó y caminó a casa con la alegría de saber que lleva en su corazón "el amor más grande del mundo"...
LA OTRA MUJER
Después de 21 años de matrimonio, descubrí una nueva manera demantener viva la chispa del amor. Desde hace poco había comenzado a salir con otra mujer, en realidad había sido idea de mi esposa.Tú sabes que la amas –me dijo un día, tomándome por sorpresa - . La vida es muy corta, dedícale tiempo. Pero yo te amo a ti - protesté.Lo sé. Pero también la amas a ella.La otra mujer, a quien mi esposa quería que yo visitara, era mi madre, viuda desde hacía 19 años, pero las exigencias de mi trabajo y mis 3 hijos hacían que solo la visitara ocasionalmente.Esa noche la llamé para invitarla a cenar y al cine.-¿Qué te ocurre?¿Estás bien? – me preguntó, mi madre es el tipo de mujer que una llamada tarde en la noche , o una invitación sorpresiva es indicio de malas noticias.-Creí que sería agradable pasar algún tiempo contigo, le respondí. Los dos solitos. ¿Qué opinas?Reflexionó sobre ello un momento. Me gustaría muchísimo, dijo.Ese viernes mientras conducía para recogerla después del trabajo, me encontraba nervioso, era el nerviosismo que antecede a una cita... y ¡Por Dios, cuando llegué a casa, advertí que ella también estaba muy emocionada. Me esperaba en la puerta con su viejo abrigo puesto, se había rizado el pelo y usaba el vestido con el que celebró su último aniversario de bodas, su rostro sonreía, irradiaba luz como un ángel.Les dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo, y se mostraron muy impresionadas. -me comentó mientras subía a mi auto. - No pueden esperar a mañana para escuchar acerca de nuestra velada. Fuimos a un restaurante no muy elegante, sí muy acogedor, mi madre se aferró a mi brazo como si fuera "La Primera Dama de la Nación". Cuando nos sentamos, tuve que leerle el menú. Sus ojos sólo veían grandes figuras.Cuando iba por la mitad de las Entradas, levanté la vista ; mamá estaba sentada al otro lado de la mesa, y me miraba. Una sonrisa nostálgica se le delineaba en los labios.Era yo quien leía el menú cuando eras pequeño. ¿Recuerdas?Entonces es hora de que te relajes y me permitas devolver el favor –respondí.Durante la cena tuvimos una agradable conversación; nada extraordinario, sólo ponernos al día con la vida del otro. Hablamos tanto que nos perdimos el cine.-Saldré contigo otra vez, pero solo si me dejas invitar, dijo mi madre cuando la llevé a casa, asentí, la besé, la abracé-¿ Cómo estuvo tu cita? – quiso saber mi esposa cuando llegué aquella noche-Muy agradable, gracias. Mucho más de lo que imaginé, le contesté.Días más tarde mi madre murió de un infarto masivo, todo fue tan rápido, no pude hacer nada. Al poco tiempo recibí un sobre del restaurante donde habíamos cenado mi madre y yo, y una nota que decía: "La cena esta pagada por anticipado, estaba casi segura, de que no podría estar allí, pero igual pagué para dos, para tí y para tu esposa, jamás podrás entender lo que aquella noche significó para mí. ¡Te amo! ".-En ese momento comprendí la importancia de decir a tiempo "TE AMO" y de darles a nuestros seres queridos el espacio que se merecen; nada en la vida será más importante que Dios y tu familia, dales tiempo, porque ellos no pueden esperar.
Ojalá te hayan gustado y espero tus comentarios, sugerencias y material que te gustaría que yo incluyera.